domingo, 4 de enero de 2009

Ante el espejo de la eternidad


¿Cómo puede ser? ¿Cómo pueden existir cosas tan sutiles y geniales que la gente no puede verlas? Pues me hallo en la reminiscencia de un sueño que nunca empezó. Acabo de leer el poema de Oliverio Girondo: “Llorar a lágrima viva”. Y me siento llorar a nado mientras el espejo se quiebra. El espejo que siempre permaneció roto. El espejo donde yacen todas las lágrimas y las tipologías de llanto de las que habla el poeta. El espejo se ha vuelto a romper y me gusta, y sé que hay que llorar, y que no es malo. Cuando algo se rompe sólo quedan dos salidas: que lo dejemos hecho añicos o que por el contrario intentemos reconstruirlo. La primera es vacua pero sencilla y yo, por el contrario, me siento obligada a reconstruir ese espejo en el que tantas veces se miraron mis ojos. Voy viendo imágenes de una vida que no lucha sino por volver a ser vida. Siempre pensé que a veces es necesario que se rompan nuestros espejos interiores, nuestros mundos alejados de lo epidérmico y que de alguna forma quedemos desnudos ante el espejo de la eternidad. Entonces los mortales sentimos miedo de vernos así, reflejados en un espejo, desnudos, desechados de toda vestimenta y expuestos al mundo. Nos sentimos desprotegidos y eso nos da miedo. Nos produce un pánico terrible que casi no podemos superar, por eso siempre vamos vestidos, maquillados y peinados. Ocultándonos a nosotros mismos. No dejando desvelado lo que somos en realidad. Porque la verdad siempre te deja los pies fríos, igual de fríos que en “El club de los poetas muertos”. La verdad duele tanto que por eso se oculta. La verdad permanece encriptada y nosotras al frente con un emblema delusorio y ficticio. Con un emblema que no representa ni la mitad de lo que somos nosotros mismos. Permanecemos al frente mientras esperamos que alguien nos tome de la mano y nos lleve a perdernos en mundos paralelos e inhóspitos. Mientras tanto permanecemos callados, vestidos, maquillados y peinados. Permanecemos disfrazados de mentira y falsedad y eso nos consuela un poco y nos proporciona quietud. Nos proporciona una quietud hostigada por las lágrimas que brotan de un hontanar de eterna juventud que vivifica lo que somos. Y mientras tanto sólo nos queda ese “Llorar a lágrima viva”. Y es magnífico atisbar como Girondo consigue transmutar las lágrimas a ese mundo de gloria y de palabras. Me resulta todo un hallazgo ponerme al frente de los versos y bucear y salir a nado entre lágrimas. Lágrimas que se hacen vigentes en cada momento de nuestra vida incipiente y no salgo de mi asombro. ¿Cómo se puede llorar hasta en una fiesta de cumpleaños? ¿Acaso eso es posible? ¿Acaso también existen lágrimas preludio de felicidad? Y me asombra ver de qué modo el ser humano puede esconderse bajo un cacuy o un cocodrilo y animalizarse un poco, y entrar en el cuerpo de cualquiera de ellos si es cierto que los cacuyes y los cocodrilos no dejan nunca de llorar. Me inspiran una ternura inmensa los cocodrilos y mientras tanto sigo con las compuertas del llanto abiertas. Y me empapo la camiseta de lágrimas venidas de un mar de inmensos deseos. Y me gusta llorarlo todo y bien y que la poesía sea un elixir cargado de alquimia transmutada en efluvios alejados de toda cotidianeidad.
A veces lloramos ante ese espejo eterno donde nos vemos despoblados de todo y de todos. Ese espejo que nunca se rompe –de hecho es el único espejo que nunca se rompe-. Es el espejo interior de nosotros mismo. Aquel espejo que permanece inquieto esperando que poco a poco nos desnudemos y nos expongamos tan como somos y nos olvidemos de que las lágrimas existen y de que estamos vivos.
Precisamente me gustaría que el tiempo nos fuera desviviendo. Nada me gustaría que vivir al revés y gozar de una existencia Empezar conociendo a una persona y luego no conocerla nada y ni siquiera saber su nombre. Quizá así nuestra vida sería un poco más grata y nosotros un poco más humanos. Quizá así yo aprendería que cuanto más conoces a una persona, más descubres cada uno de sus defectos y más te expones a desilusionarte. Por eso a veces no es bueno desvelarlo todo, y no es bueno buscarle el porqué a todos los interrogantes que emergen en nuestra vida y que nos crean una grieta en lo profundo del corazón. Quizá no debamos abrir todas las compuertas de nuestro llanto, pues debemos reservar lágrimas y lágrimas como en “La Novia Cadáver”, pues siempre quedan lágrimas que derramar. Siempre queda una nueva lágrima que nos empapa la ropa cual diluvio genesíaco.
Hoy -a pesar de mis miedos y nostalgias y retazos de algo inacabado e ingente- he decidido postrarme frente al espejo y esperaba que mi realidad volviera a llorar por todos los abrazos rotos, por la imposibilidad de recoger cada uno de los pedacitos que se han hecho añicos a lo largo del tiempo. Había una soledad mecida por un viento crepuscular y cerré los ojos. (Incluso deseé no abrirlos nunca más y dejarme llevar hasta el laberinto más inusitado que jamás pudiera existir). Entonces quedé inmersa en mi propio laberinto tejido en cada madrugada robada al olvido. Quedé nadando entre pasadizos recónditos y veredas oscuras. Quedé completamente sometida al silencio acusador de la nostalgia y todo era vestigio de melancolía. Ha sido sin duda la experiencia más mística que jamás haya podido vivir y me gustó abrir los ojos y encontrarme tal como soy, y encontrarme al resto de la humanidad tal como es, gritando frente a un pozo de locura y sin sentido.
Mientras estaba callada y en silencio, me acordé de la Casa de Asterión de Borges: “Sé que me acusan de soberbia, y tal vez de misantropía, y tal vez de locura. Tales acusaciones (que yo castigaré a su debido tiempo) son irrisorias”. Y me acordaba de aquel minotauro al tiempo de las palabras surgidas de la sapiencia borgiana, y a veces comparto ese sentimiento delirante y misantrópico y de locura. La falta de entendimiento es patente en esta sociedad premeditada y muy bien medida de antemano. Quisiera abrazar cada una de esas palabras y darle besos y perseguirlas para ponerlas en un orden correcto y sería feliz adorando cada garabato escrito por Borges o por el propio Girondo, poeta envuelto en las lágrimas de la sabiduría. Y me gustaría desvivir la existencia y no vivir sino de involución de la especie. Y adorar también un poco a Cernuda y a sus versos de un amante que divaga: “Mas allá el tiempo, según dicen, marcha hacia atrás, para irnos desviviendo”. Tal vez así habría menos lágrimas y más sonrisas y desvivir sería hermoso, mucho más hermoso que vivir tal como dicta el reloj acusador y devorador del tiempo. Y mientras no podemos escapar de este laberinto especular, es bellísimo cerrar los ojos y vagar por las sendas de la mente y perderse entre pensamientos y ensoñaciones. Es bellísimo llorar cuando no quedan lágrimas y se llora de alegría. Es bellísimo que no podamos salir nunca de ese laberinto donde estamos inmersos, pues salir supondría la muerte, darnos cuenta de que vivimos irremediablemente abocados a la destrucción, con nuestros pasos en los caminos intrincados de ese laberinto sin salida aunque con constancia de la existencia de universos paralelos. Es bellísima la vida a las diez y veintitrés minutos de la noche, bajo un cielo de escarcha y tras haber llovido todo el día. Y es bellísimo darnos cuenta de que vivimos enmascarados con un “prosopon” que confirma el sentido tétrico y patético de la existencia, aguardada por tantas máscaras que esperan que algún día comience la función en éste: El gran teatro del mundo.

11 comentarios:

Carmen-Mª López dijo...
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Lia dijo...

Ante el espejo eterno de la búsqueda de respuestas...ante el espejo infinito del interior de uno mismo...q se esconde tras los espejos q nos atrapan?

Nuestra verdadera esencia, nuestro verdadero yo, nuestra alma.
Y en esas navegamos y bagamos intentando encontrar respuestas y sentidos...

En agosto escribí q da titulo y sentido a muchas cosas en mi vida, a la pag. donde esta colgado mi blog y q tiene mucho q ver con lo q hablas de forma tan hermosa...se títula: ¿Quë se esconde tras los espegos?
Si te apetece me encantaría q lo leyeras...

Un enorme beso, a sido un placer leerte, palabras sabias y hermosas.

fag dijo...

girondo... calcomanías.. qué recuerdos joder...

hola, perdón que vuelvo... ya.
te encontré por casualidad en algún blog de por ahí preguntando al blogger en cuestión si le gustaba escribir (con dos pelotas).
no pude hacer más que venir a visitarte.
grata sorpresa (no es ironía).
mañana (o un día de estos) me leeré el texto, lo encuentro algo denso visualmente (no puntos-y-aparte) como un gran paquete, un muro que no me apetece leer de golpe sino dedicarle algún rato más largo y-barra-o adecuado.

felicidades, siempre es agradable encontrar a lolitas (entiéndase por la edad y sin ánimo de ofender) que les guste la literatura y la música en lugar de entrar en chats con el nick de re_shulikàáh_69.
imagino que te suena.

saludos

PinUp dijo...

A veces no está ma cambiar el espejo en el que nos miramos, porqué no nos permite ver evoluciones...
A veces no son necesarios espejos, basta con verse reflejado en la mirada de otro, y si nos gusta... no hay reflejo más sincero!
Yo me maquillo, me peino, me visto... no para esconderme, no para disfrazarme, no para parecer lo que no soy... Yo me visto cómo quiero, me maquillo porqué quiero y así me siento feliz! Me hace sentir bien combinar, pintar mis labios de mi carmín preferido...

Lo importante es sentirse seguro con lo que se hace... lo demás está de más!

Muaksssssssssssss!!!!

Anónimo dijo...

Te veo repleta de razones, de verdades como puños. Quizá solo sean nuestras verdades (deja que me incluya aunque no nos conozcamos, porque yo también desearía ver algunos espejos rotos y otros brillando como nada más en el mundo).

Y por esas razones, pienso seguir pasándome por aquí. Este muro, que dice fag, a mi me ha encantado escalarlo.

Saludos.

Habitarás mi ocaso dijo...

¿Sabias que a Borges criticaba la poesía de Girondo por ser innovadora?

A mi me encanatn ambos.

Besos

Y Feliz año!

Anónimo dijo...

Y es que leer el talento de otras personas más sabias que nosotros, siempre es un bonito regalo. Un texto genial, muchacha. Ya ves que soy un chico obediente, por lo que acudí a tu llamada y aquí me tienes. Visitarte es un placer. Besos y cuídate.

Anónimo dijo...

Buenas y grandes reflexiones. Sé que resulta falso pero, a veces nos vemos obligados a mentir ante el espejo de la vida por miedo ha hacer daño a alguien, por miedo de conocer la verdad y hacernos daño a nosotros mismos, por miedo a que nos impidan hacer ciertas cosas que deseamos hacer, por miedo a ser criticados y ridiculizados. Yo misma lo he hecho por miedo, por cobardía. Pero, te digo que a veces es mejor fantasear, vivir en un mundo ignorante de fantasía, aunque sea absurdo, para sentirnos mejor,más tranquilos con nosotros mismos, y sinceramente, creo que es mejor estar así en nuestro mundo ignorante a conocer una realidad que quizás nos haga daño.

Besitos y feliz año.

Anónimo dijo...

Vaya nivelazo de escritura!!! Eres genial. Procura no desviarte del camino porque creo qu tienes futuro. Ahora entiendo por qué te llevas todos los premios.
Cultiva tu talento, un beso

Anónimo dijo...
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Anónimo dijo...
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